En esta visita surge inevitablemente y casi desde el principio, un carácter reivindicativo justificado por el mal trato que nuestro país ha dado hasta épocas recientes a una serie de talentosas escritoras por el simple hecho de no ser hombres. En ella, hablamos de los problemas que tuvieron que afrontar autoras como Concepción Arenal, Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán o Rosa Chacel por su condición femenina y la lucha que establecieron con sus obras literarias para cambiar una situación injusta que no tenía en cuenta el talento.